Esta primavera-verano se llevarán las mechas californianas, que consiste en pasar de un tono oscuro en las raíces a un tono claro en las puntas, un degradado de color imitando el efecto de los rayos solares. También veremos muchos rubios y mechas.

Cualquier tinte, en especial los rojos, las mechas y la decoloración, abren la cutícula del pelo para que penetre el nuevo color deseado, pero a la vez este proceso deja el cabello castigado, débil y seco, ya que al abrir la cutícula se pierde parte de la keratina natural que forma el cabello.

Lo que las mujeres buscamos después de una coloración es que está sea duradera, que se mantenga el color, que el cabello se vea sano y que tenga brillo. Para conseguir estos resultados, primero, tenemos que usar un champú específico para cabellos coloreados, ya que favorece a mantener la cutícula cerrada y no deja que se escape el color. También debemos usar un acondicionador y mascarilla específico para cabellos teñidos.

 La diferencia entre el acondicionador y la mascarilla es que, el acondicionador se aplica diariamente, básicamente para hidratar y desenredar, en cambio, la mascarilla es un tratamiento, y como tal, la mascarilla sólo debe usarse una vez por semana, y a diferencia del acondicionador, deberiamos dejarla actuar entre 15 y 20 minutos envuelto preferiblemente con una toalla caliente para que haga todo su efecto.
El secador, las tenacillas y las planchas contribuyen a que el pelo sea más poroso, la porosidad ayuda a que penetre mejor el agua y esta al ser expulsada arrastre parte del color aplicado en el cabello, por lo tanto, es recomendable que antes de aplicar calor en el pelo este debe protegerse con un serum o un spray bifase, tanto el uno como el otro lo aplicariamos con el cabello humedo.
Además ahora que llega el verano, debemos saber que el sol, el cloro de las piscinas y la sal de la playa son enemigos para el cabello, lo deja débil, poroso y quebradizo, deberiamos usar productos con protección solar.

Artículo de Guía de Peluquerías..